¡Hola! No se imaginan lo difícil que me resulta empezar, luego de un mes sin escribirles. Como muchos de ustedes ya saben, me fui a pasar las fiestas con mis hijos y mi esposo a Perú aprovechando, también, para hacer un corto viaje a Trujillo, una de las ciudades más populares del norte, y recibir el año nuevo en Pucusana, uno de los balnearios más antiguos y tradicionales de Lima.
Sí, fueron nada más ni nada menos que treinta días que, aunque no me crean, me resultaron pocos para ver a toda la gente y visitar todos los lugares que hubiera querido. Pero, bueno, fui feliz, mi familia también y disfrutamos cada minuto y cada experiencia vivida al máximo, confiando en que el cuerpo aguante para volver pronto otra vez:-)
Las que vienen son imágenes de nuestro inolvidable viaje a la capital de La Libertad, Trujillo, comúnmente conocida como la ciudad de la "eterna primavera".
Ni bien llegamos, aprovechamos para visitar su centro histórico y contemplar la plaza principal, famosa por sus parques con flores, sus balcones coloniales y su bonita catedral.
¿No les parecen lindas? Me habían hablado de ellas, las había visto en innumerables fotos pero les digo que nada como admirar, en vivo y en directo, sus casonas con grandes portones y balcones tallados en madera y sus ventanas enrejadas de la época virreinal...
Apenas pusimos pie en nuestro hotel, contratamos dos tours para hacer las visitas obligadas a las huacas y ciudades más importantes del valle de Moche.
En la foto que sigue, aparecen mis hijos en el centro arquelógico "El Brujo" (Huaca de Cao Viejo), en el que fue descubierta la momia de la "Dama de Cao", una joven gobernante mochica cubierta de tatuajes y enterrada (aprox. en el año 400 d.C) junto con sus valiosas joyas y diversos símbolos de poder... interesante, ¿verdad?
En la foto que sigue, aparecen mis hijos en el centro arquelógico "El Brujo" (Huaca de Cao Viejo), en el que fue descubierta la momia de la "Dama de Cao", una joven gobernante mochica cubierta de tatuajes y enterrada (aprox. en el año 400 d.C) junto con sus valiosas joyas y diversos símbolos de poder... interesante, ¿verdad?
Y si quieren saber cómo lucía, quizás mi Alexandra pueda darles una idea...:-))
Nuestra siguiente parada fue en la "Huaca Arco Iris", ubicada a 4 km. al norte de Trujillo. Lo que más nos impresionó fueron sus muros de adobe, cubiertos con altorrelieves de figuras antropomorfas, que rodean una serie de rampas y depósitos destinados a almacenar los alimentos con los que, en aquella época, se abastecía a los pobladores.
Luego, tras otros tantos minutos de viaje en bus, llegamos a Chan Chan, la ciudad precolombina de adobe de la costa norte peruana que, según me enteré, es considerada la más grande de latinoamérica y la segunda del mundo.
No se imaginan la cantidad de fotos que tomé aquí. Jamás pensé que fuera tan grande (¡tiene un área de casi 20 km²!) y quedé fascinada por sus altorrelieves de peces, olas, rombos, pelícanos y otros motivos marinos.
Es que Chan Chan es literalmente una ciudad, que cuenta con calles y avenidas con sus respectivos pozos de agua, palacios, talleres, almacenes y viviendas... ¡Increíble!
Empezamos nuestro tour en la mañana y, como aún teníamos un par de horas por delante, hicimos una breve parada para almorzar en una de las playas más conocidas del norte del Perú: Huanchaco.
He aquí una foto típica del malecón, del muelle y de sus legendarios "caballitos de totora", embarcaciones utilizadas para la pesca y la navegación desde el tiempo de los mochicas y, claro, como vista de fondo para nuestro ansiadísimo almuerzo:-)
¿Qué mejor que un ceviche peruano frente al mar? Dicen que fue precisamente aquí, en Huanchaco, donde los antiguos mochicas dieron origen a este delicioso plato, hecho a base de pescado y mariscos curtidos en jugo de limón, cebolla, culantro picado, choclo y camote (veo la foto y se me vuelve a hacer agua la boca:-))
Para terminar nuestro recorrido y luego de haber dado cuenta de nuestro riquísimo almuerzo, continuamos hacia las "Huacas del Sol y de la Luna", también construidas en adobe y ubicadas a 5 Km. al sur de Trujillo.
La "Huaca de la Luna", que fue la que visitamos, fue un centro de culto ceremonial y religioso en el que se hicieron sacrificios humanos en favor de la fertilidad agrícola y la llegada de las lluvias.
Esta asombrosa construcción está compuesta por plataformas y plazas superpuestas, correspondientes a periodos diferentes y decoradas con relieves multicolores que representan deidades antropomorfas, pescadores, serpientes y hasta a los mismos sacerdotes de los rituales.
Lo cierto es que podría continuar hablando y hablando de este interesantísimo viaje, pero quizás los he cansado un poco y prefieren ver algo creativo:-) Pues bien, de ser así, prometo que la próxima vez volveré con lo que sellé hace un par de días y que era lo que me faltaba en la organización del cumpleaños de mi hijo Sebastian. Sino, tras esta pausa de creatividad, continuaré con alguito más de mi relato, a la espera de que los motive a darse un salto a mi querido Perú:-)
Un fuerte abrazo, que tengan unas muy buenas noches y... ¡hasta la próxima!
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