lunes, 6 de julio de 2015

Del calor al calor

Increíble pero cierto. Mientras disfrutaba de mis vacaciones en familia y sudaba los casi 40°C que el sol de Mallorca nos ofrecía, soñaba también con algunos días más frescos al volver a mi querido Hennef...
 
¿Pero qué creen? Nada más bajar del avión (el sábado), recibimos una "bofetada" de aire caliente, que recién nos dio tregua ayer, tras la tormenta de lluvia y granizo que, como piedras caídas del cielo, abolló autos, destrozó toldos y dejó un sinfín de agujeros en las "Rolladen" (algo así como persianas protectoras) de la zona:-(
 
Como decía, lo bueno fue que la temperatura bajó y hoy pudimos sacarle el jugo a un lindo día de verano y a los "pocos" 26°C que nos acompañaron desde temprano...
 
Ahora y antes de sentarme a sellar nuevamente para compartir algo creativo con ustedes, quisiera regalarles unas cuantas imágenes de lo que fue nuestra última semana en esta bonita isla...

 
¿Les gusta la vista? Pertenece al puerto del Porto Cristo, una de las localidades más populares de Mallorca, a la que decidimos echarle una ojeada antes de visitar las famosísimas "Cuevas del Drach".

 
¿Se animarían por uno?:-)) La verdad es que yo no (ya saben como me mareo), pero a mi esposo le encantan, así que imagínense el tiempo que se tomó para contemplarlos:-))
 
 
El puerto nos impresionó pero, más aún, el recorrido de kilómetro y medio por las "Cuevas del Drach" o "Cuevas del Dragón", cuya profundidad llega a los 25 metros.
 
 
Ésta es una de las fotos más nítidas que logré tomar, ya que estaba prohibido utilizar el flash y tuve que esforzarme por controlar el pulso... No quedó mal, ¿cierto?
 
  
Ya vieron un puerto, también una cueva, así que llegó el momento de presentarles nuestro destino diario: ¡la playa!...
 
 
Ésta es la de "Can Covetes", a sólo 800 m de la finca en la que nos hospedamos... ¿Me envidian?:-)))


Dependiendo de la intensidad del calor, decidíamos nuestras excursiones. Aquí, por ejemplo, estoy con mis hijos en Colonia de Sant Jordi. A pesar de los 36°C que hacía, nos animamos a caminar un poco, con la esperanza de poder resfrescarnos luego con un rico batido, heladito y natural...

 
Sí, muy bonito todo pero de batidos nada:-( Colonia de Sant Jordi resultó ser un exlusivo balneario con hoteles, departamentos privados,...
 
 
... playas rocosas (¡miren qué belleza de pozas!) y, por supuesto,...
 

... un puerto con embarcaciones de recreo. A ti también te gustan, ¿no Alexandra?...
 

... (tenía que salir al padre:-))


El penúltimo día de nuestra estadía, lo destinamos a Palma, la capital de Mallorca. Se suponía que haría menos calor, pero mientras conducíamos hacia allá, el auto señaló una temperatura de... ¡¡¡40°C!!!:-( Sí, demasiado para todos...


... Así que antes de iniciar nuestro recorrido turístico, nos detuvimos en una pequeña plaza para refrescarnos con un daiquiri de fresa heladísimo (sin alcohol, valga la aclaración:-))... ¡pero qué alivio!


De ahí y armándonos de valor para emprender la caminata, nos dirigimos a las calles de la ciudad, aprovechando cada sombra y el refugio de una que otra del sinfín de tiendas mallorquinas.


La que ven aquí fue nuestra recompensa del día: una deliciosísima paella de mariscos, jugosa, muy sabrosa y abundante... Mmmm... la miro y me provoca otra vez:-))


Los amores de mi vida, la víspera de nuestro regreso a casa... ¡Qué concentración! Sí, también hubo tiempo para una partidita de ajedrez... "A veces" hay que darle gusto a papá, ¿cierto?:-))
 
Y, bueno, el día se acaba y yo me quiero ir a dormir, así que los voy dejando, a la espera de que esta pequeña reseña les haya gustado y que compense en algo mi última semana de ausencia.
 
Si Dios quiere y el tiempo me da, mañana me sentaré a sellar un rato para volver pronto con algo de ideas, de tinta y de papel:-)... ¡Hasta entonces!

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