lunes, 8 de agosto de 2016

Aquí fue...

... donde estuvimos hace una semana, en familia, con amigos y en las Baleares, sacándole el jugo al sol y al mar azul-turquesa del Mediterráneo.

A pesar del fuerte calor y de la infaltable mareada que me hizo sufrir el primer día en catamarán, la pasamos lindísimo y nos desquitamos del clima cambiante y lluvioso que dejamos en Alemania.

¿Quieren ver las fotos? Pues entonces, aquí les van algunas de las casi trecientas que tomé con mi cámara (hubo otras tantas que saqué con mi teléfono celular:-)) y que elegí tras pensarlo mucho...


Aquí empezó nuestro viaje, en el puerto de Mahón, Menorca. Fuimos nueve los tripulantes del catamarán "Don Carlos", cada uno con una tarea que desempeñar a bordo.


Sebastian, por ejemplo, tuvo la importante misión de comunicarse a través de un walkie-talkie con su amigo Jan Philip, quien se hallaba en proa informando, durante las salidas o llegadas a puerto, sobre los barcos o posibles obstáculos que pudieran hallarse en nuestro camino.


Seguridad ante todo. Aquí tienen a Katharina y Alexandra con sus chalecos salvavidas bien puestos:-) Su uso era obligatorio para los niños si es que ellos querían dar vueltas por el catamarán, mientras estábamos en marcha.


¡¡¡Aaaahh!!!... Aquí tienen a mi esposito supervisando la llegada a Cala Coves, en la costa sur de la isla de Menorca... ¿No es una belleza? (ojo, que me refiero a la cala:-))


Yo quedé fascinada con el color y la transparencia de sus aguas, en las que no dudamos en darnos un chapuzón.


Aunque no éramos los únicos, no se imaginan la tranquilidad del lugar... Y fíjense en las rocas, llenas de cuevas artificiales (de ahí su nombre) que datan de la Edad de Bronce y que fueron inicialmente utilizadas como necrópolis hasta la conquista romana.


Dado que no había un lugar para varar, Azzo y Carsten tuvieron que subirse a nuestro "Dingi" para buscar un lugar de amarre entre las rocas. Aunque así lo parezca, no resultó tarea fácil y ambos necesitaron unas cuantas maniobras, tiempo y mucha paciencia antes de hallar el lugar preciso.


¿Qué tal? Si supieran la cantidad de fotos que tomé del lugar...  En fin, mejor los dejo disfrutarlo y continúo con mi relato:-))


Tras dejar Cala Coves, nos dirigimos hacia la Isla de Cabrera. Durante el trayecto, aproveché para tomar algunas fotos del mar y de mi hija Alexandra, a quien convencí para posar un poco:-)


La que ven aquí es la "Cueva Blanca" de la famosa Isla de Cabrera, en Mallorca, antiguamente ocupada por piratas berberiscos y luego convertida en "prisión" en el siglo XIX.

Una vez más, hicimos uso de nuestro "Dingi" para visitar la cueva y nadamos para volver al catamarán.


Siempre en busca de aventuras, los cuatro niños del "Don Carlos" (Jan Philip, Sebastian, Katharina y Alexandra) se animaron a ser remolcados en nuestro utilísimo "Dingi" (¡yo me habría muerto del mareo!), durante las casi dos horas que duró el viaje hasta el puerto de Palma, nuestro destino final.

Allí, tras una cena de despedida con el grupo que nos acompañó (Joe, Azzo, Carsten, Jan Philip y Katharina), mi familia y yo alquilamos un auto para dirigirnos a Sa Coma, lugar en el que se hallaba el hotel en el que pasaríamos una semana de playa y relax... ¡¡por fin tierra firme!!:-))


Después de dejar las maletas en la habitación, decidimos pasear un poco para inspeccionar los alrededores... ¡¡¡Lindoooo!!! Tal y como me lo imaginé: agua calma y templada, con arena blanca y muy cerca a S'Illot, la localidad vecina, repleta de restaurantes, cafés, shows en vivo y diversos juegos para niños.


¿Qué opinan? Lo disfruté tanto, que les juro que volvería mañana... ¿Me invitan?:-)


Uno de los días de nuestra segunda semana, nos atrevimos a hacerle frente al calor (¡¡38°C!!) para conducir hacia un Parque Natural ubicado a una hora de viaje (perdón, pero no recuerdo el nombre)...


... y visitar el mercado típico de Alcudia. Algo bonito y diferente que les recomiendo hacer... considerando la temperatura. Tras estar toda la mañana fuera, terminé con un dolor de cabeza que me mantuvo inoperativa durante gran parte de la tarde:-(

 

Para terminar, quisiera mostrarles un par de imágenes de nuestro último día en Sa Coma. Luego de pasar el día en la playa, nos regalamos una cena en el restaurante mexicano del hotel (el "Hipotels Mediterráneo" por si a alguien le interesa). De hecho, la comida estuvo deliciosa y la disfruté muchísimo...


..., aunque no tanto como la velada compartida con mi esposo y mis hijos, que resultó de lo más relajante...


... y divertida, ¿no chicos?:-))

Y, bueno, esperando no haberlos cansado con esta larga entrada (de ser así, por favor, díganmelo que lo tendré en cuenta la próxima vez;-)), me despido para volver a concentrarme en lo creativo. Hace tanto tiempo que no me dedico a mis sellos, que temo haberme "oxidado" un poco y tener dificultades para crear. Ya veremos.

Les mando un fuerte abrazo a todos, se me cuidan mucho y ya nos estaremos viendo en un día o dos... Bye!

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