miércoles, 24 de agosto de 2016

Fin de semana en Londres

Sí, una locura. Un fin de semana es nada cuando hay tanto que ver y, más aún, cuando se visita a alguien y hay tanto que contar:-)

Y, bueno, antes de seguir sellando (no se imaginan las ganas que tengo) y de mostrarles mi último proyecto del pasado workshop, quisiera compartir con ustedes algunas de las emociones de este cortísimo viaje que, no por ello, dejó de ser una linda experiencia y una súper oportunidad para reencontrarme con dos personas a quienes quiero mucho y hacía tiempo no veía...


Tras doce horas en ómnibus (¡horrible!) que, además, incluyeron el cruce en ferry por Calais, llegamos por fin a la ciudad de Londres donde, luego de guardar la maleta en la estación y desayunar en un café inglés, iniciamos un recorrido por sus calles, en busca del famosísimo Buckingham Palace.


El clima estuvo algo cambiante, con algunas nubes, sol, gotas de lluvia y cambios de temperatura... aún así, logré tomar una par de bonitas fotos para el recuerdo y pudimos sacarle el jugo al día.


Nuestro siguiente objetivo fue la noria de Londres, mejor conocida como el "London Eye". Subirse a ella fue el expreso deseo de mi hija Alexandra, así como visitar el museo de cera de "Madame Tussauds", el de Sebastian. Sin embargo, cuál sería nuestra sorpresa que, luego de caminar un buen tramo hasta llegar a la noria...


... nos encontramos con colas kilométricas de gente que hacían turno para subir, mientras nosotros la veíamos girar:-(


Ya podrán imaginarse la decepción de mis hijos, así que mi marido y yo tuvimos que hacer uso de todo nuestro poder de convicción para que abandonaran la idea de pararse al final de la cola.


Tras la promesa de un segundo viaje y la ilusión de la visita al museo de cera, mis "enanos" se prepararon para una nueva caminata pero... ¡¡¡no podía ser!!! ¡¡¡Al llegar allí, nos topamos con más colas kilométricas!!!:-(((

No. Definitivamente, no volveremos a ir en época de vacaciones y, menos, durante un fin de semana largo en Londres.


Pasada esta nueva decepción y después de asimilar que no había manera de entrar, lo pensamos bien antes de elegir nuestro siguiente destino (Alexandra y Sebastian ya estaban a punto de ponerse a llorar).

Admiramos por última vez el Big Ben, las Casas del Parlamento y el Támesis y enfilamos hacia la próxima estación de tren subterráneo.


No sé cuánto más viajamos ni en qué estaciones paramos... simplemente me dejé llevar por mi esposito, que tiene una orientación de lujo (la mía es un desastre), hasta llegar, por fin...


... al Museo de Historia Natural, que ofrecía una maravillosa exposición de mariposas y un sinfín de esqueletos de dinosaurios.


¡Oh, no! Casi me dio infarto cuando vi la nueva cola:-(... Gracias a Dios, ésta avanzó rápido y, en pocos minutos, logramos atravesar las puertas del museo para dejarnos deslumbrar con la primera de sus vistas...


¡¡Sensacional! ¿No les parece? Y más aún para mí, ya que era la primera vez que contemplaba, en vivo y en directo, el esqueleto de un dinosaurio (¡de los grandes!) en toda su magnitud (les recomiendo hacer clic aquí para que vean más fotos y se den una idea de lo espectacular que es).

Nos tomó un par de horas recorrer cada una de sus salas y hacer una pausa para recobrar energías. Ya eran las cinco de la tarde y el momento para ver a Dora mamá y Dora hija, quienes nos hospedarían en casa de la segunda (la mamá vive en Perú y casualmente estaba de visita) y con quienes nos encontramos una hora y media después...


Se nota en las caras, ¿cierto? Me refiero a la alegría de vernos, de poder abrazarnos y de tener la oportunidad de ponernos al día, casi sin darnos cuenta... ¡¡¡hasta las 3 de la mañana!!!:-)


Realmente, la pasamos lindísimo, nos sentimos como en casa y disfrutamos cada minuto en compañía de estas dos simpatiquísimas mujeres, a quienes hemos prometido volver a visitar a más tardar en abril. A ambas, les damos las gracias por todo el cariño que nos brindaron y, desde ya, cruzamos los dedos para que el tiempo pase rápido y podamos volver a reunirnos muy pronto.

Ahora sí, llegó el momento de volver a mis sellos y de irme preparando para publicar algo nuevo. Desde aquí les mando un fuerte abrazo, les deseo un lindo día y los invito a darse una vuelta por mi blog mañana mismo, en que les ofreceré un poco más de creatividad:-)... ¡Hasta entonces!

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